La persona sana: cuando prevenir es parte de vivir mejor

¿Estar sano es simplemente no estar enfermo? En realidad, la salud es mucho más que eso: es un equilibrio físico, mental y emocional que se construye todos los días a partir de nuestras elecciones.

Actualidad 27/05/2025
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Por eso, desde SamiSalud impulsamos una campaña de concientización que invita a repensar qué significa ser una persona sana y cómo podemos incorporar la prevención como una parte esencial de nuestra vida cotidiana.

 

La persona sana no es solo quien no tiene síntomas, sino quien se compromete activamente con su bienestar. Esto implica tomar decisiones conscientes, anticiparse a los problemas y sostener hábitos que favorezcan la calidad de vida a lo largo del tiempo.

 

Cuidarse no debería ser una reacción ante una señal de alerta, sino una práctica constante. Hacerse chequeos médicos aun cuando uno se siente bien, alimentarse de forma equilibrada, descansar lo necesario, moverse a diario y cuidar también el estado emocional son pilares fundamentales del bienestar integral.

 

La salud no tiene que ser una meta aislada, sino un proceso continuo.

 

¿Cómo podemos ser más sanos?

 

Convertirse en una persona más sana no implica cambiar de vida por completo, sino sumar pequeñas decisiones que, con el tiempo, hacen una gran diferencia.

 

Incorporar movimiento a la rutina es un primer paso clave. Caminar más, usar escaleras, estirarse durante la jornada laboral o practicar una actividad física placentera ayuda a mantener el cuerpo activo y con mayor energía.

 

Otro punto central es la alimentación. Elegir alimentos frescos y variados, aumentar el consumo de frutas y verduras, tomar suficiente agua y reducir el exceso de ultraprocesados o azúcares tiene un impacto directo en el bienestar general.

 

También es fundamental escuchar al cuerpo. Si estás muy cansado, descansá. Si algo te duele o se siente fuera de lo normal, no lo ignores. Consultar a tiempo con un profesional puede evitar complicaciones mayores. Por eso, los chequeos médicos periódicos deben formar parte de la rutina preventiva, no como reacción ante un problema, sino como parte del cuidado habitual.

 

Finalmente, la salud mental también importa. Buscar momentos de disfrute, rodearse de vínculos positivos, pedir ayuda cuando hace falta o simplemente darse una pausa son formas necesarias de cuidar el bienestar emocional.

 

La prevención no es una obligación ni una carga: es una forma de vivir con mayor conciencia, plenitud y autonomía.

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