Nuevo Centro Cívico en Villa España - Plátanos

En un barrio no basta con tener casas: hace falta vida comunitaria, espacios donde se pueda hacer un trámite sin cruzar media ciudad, encontrar un taller cultural cerca o simplemente resolver un reclamo sin perder toda la jornada. Con esa idea como guía, el intendente de Berazategui, Juan José Mussi, inauguró el nuevo Centro Cívico Municipal Villa España – Plátanos, un espacio construido con fondos propios del Municipio y en articulación con el histórico Círculo Italiano.

Ubicado sobre la calle 151 A entre avenida Italia y 34, el edificio renovado fue cedido por la institución barrial a través de un comodato que permitió que allí funcionen desde ahora una delegación municipal, aulas para talleres del Centro Cultural local, un Salón de Usos Múltiples, oficinas de atención al público y un salón de eventos. Todo en un mismo predio, pensado para atender las necesidades concretas de los vecinos y vecinas de la zona.

“Este es un lugar público, de calidad, y pensado con cariño para nuestra gente”, expresó Mussi durante la inauguración, acompañado por autoridades municipales, concejales, instituciones de la zona y familias del barrio. “Cuando decimos que invertimos en la ciudad, hablamos de esto: de dar servicios sin que la gente tenga que ir hasta el centro. Porque la gestión también es descentralización”, agregó.

El nuevo espacio no solo descongestiona la sede central, sino que refuerza la presencia del Estado municipal en una zona en constante crecimiento demográfico. El secretario de Cultura y Educación, Federico López, también valoró el acuerdo con el Círculo Italiano como una muestra de colaboración público-comunitaria: “Mussi siempre entendió que la cultura y la cercanía no son un lujo, son parte de una política territorial que construye comunidad”.

El Centro Cívico Villa España – Plátanos permitirá a los vecinos acceder a servicios administrativos, asesoramiento, talleres culturales y espacios de participación sin moverse del barrio. Una de las asistentes al acto, Sonia Montoya, resumió lo que muchos sentían: “Nos da orgullo ver que se invierte acá, donde vivimos, y no siempre en el centro. Esto lo vamos a usar y cuidar”.

La decisión de recuperar y transformar un edificio existente —en vez de levantar uno nuevo desde cero— también refleja una forma de gestionar con criterio, optimizando recursos y aprovechando la identidad de los espacios ya conocidos por la comunidad. A veces, lo que se necesita no es más cemento, sino más sentido de pertenencia.

En tiempos de ajuste, donde lo comunitario suele ser lo primero en sacrificarse, que un municipio apueste por abrir puertas en vez de cerrarlas no es solo gestión: es una declaración política. Y Berazategui, otra vez, elige estar cerca.