El periodista y escritor Gustavo Ng, que recoge en un libro sus indagaciones sobre las claves que regirán el 2021 bajo el signo del búfalo de metal.
Catalizador de un conjunto de saberes populares de tradición milenaria, el horóscopo chino esconde infinitos pliegues que van desde una lectura más “superficial” hasta una dimensión mítica que permite asomarse a la estética y tradiciones relacionadas con la filosofía, las minorías étnicas y el idioma de ese país, según analiza el periodista y escritor Gustavo Ng, que recoge en un libro sus indagaciones sobre las claves que regirán el 2021 bajo el signo del búfalo de metal.
Publicado por la editorial cordobesa Enredacción Libros, el “Horóscopo Chino 2021: el año del búfalo” escrito por Ng presenta un abanico de conocimientos que dan un panorama de probabilidades y tendencias de fuerzas surgidas del saber popular, que comienzan a regir desde este viernes en que se festeja el Año Nuevo Chino.
Para el periodista, que desde 2011 se especializa en la relación entre Argentina y China, el horóscopo chino “es un conjunto de tradiciones de saberes populares que tiene características -como en cualquier lugar del mundo- que surgen de una manera completamente horizontal. Son saberes de distintos pueblos a lo largo de siglos y milenios y como todos los saberes populares no tienen siempre una consagración del poder”.
“El hecho de que estos saberes provengan de muchos pueblos distintos a lo largo del tiempo significa que están lleno de contradicciones”, sostiene el autor. Y agrega “Cualquier persona en China sabe cómo es una persona mono, chancho o conejo, tiene una noción, un prejuicio. Ese es el conocimiento que se va amasando y se contrasta, se ajusta, se enriquece… todo ese conjunto es el horóscopo chino”, señala.
“En China, el gobierno socialista que es muy cientificista -en cuanto hace una fuerte afirmación de la ciencia positiva- proscribe el horóscopo de los chinos como saber, no tiene validación, pero sí lo realza como folklore”, revela.
En la antesala del Año Nuevo Chino, que se festeja en distintos puntos del planeta, Ng sostiene que la idea de “fiesta pública” no tiene que ver con la celebración originaria de China sino con una resignificación aportada desde occidente: “Es una noche de encuentro familiar donde se cena y la comida es el punto de reunión porque las familias en China son muy felices siendo familia, es decir, estando juntos”, señala.
“Creo que el horóscopo chino es un pequeño Aleph de la cultura de los chinos.
“En China, la vigencia de esta costumbre fue fortalecida en los últimos 40 o 50 años por la migración gigantesca del campo a la ciudad. Cuando en los años 80 empieza el megaproceso de industrialización que la convirtió en la fábrica del mundo, se hizo alimentando las zonas industriales que estaban en las grandes ciudades, con trabajadores, muchos de los cuales venían del campo. Esta separación ha sido un aliciente para que la familia se junte”, explica.
Para esta reunión familiar, los chinos tienen su tradición: la gran noche vieja y en algunos lugares la “pequeña” noche vieja. “En algunos lugares de China -comenta el periodista- la semana anterior al festejo se procede a un rito de limpieza. Todo lo que está dentro de las casa se saca, todo, salvo lo que no se puede desatornillar, como muebles, ropa, cuadros… Si es un departamento se saca al pasillo, si es una casa al patio, y se limpia. Toda la familia limpia a fondo. Una vez que eso termina vuelven a entrar solo aquello que seleccionan. Hay un concepto que está en el trasfondo que es una manera de limpiar la casa de fantasmas, restos que sobreviven de algo que ya cumplió su función”.
El refiere que le interesa la cultura china porque es una manera de conocerse a sí mismo -es descendiente de chinos- y porque es una cosmovisión con una cantidad de elementos interesantes donde cada “producto cultural es una síntesis de mucho trabajo de una sociedad”.