A lo largo y ancho del país, las casas en las que vivieron destacados escritores y artistas funcionan como museos que preservan la memoria de sus obras y apuestan por inscribir esos legados en relación con sus geografías y culturas, como tradición y tributo a quienes produjeron o pensaron desde esos lugares pero también como gesto por construir lazos comunitarios.
¿Qué conexión ocupa la experiencia hogareña, el recuerdo de la infancia, el sabor y sonido de una tierra, la elección del sitio donde vivir, con la obra de las y los artistas? ¿Hablan sus creaciones de un tiempo, una historia, una forma de mirar anclada en lo local?
Los versos de un poema de Leopoldo Lugones, cuya casa natal está en Villa de María de Río Seco, en la provincia de Córdoba, lo dicen un poco así: “Al pie del Cerro del Romero nací. / Y esto es todo cuanto diré de mí. / Porque no soy más que el eco. / Del canto natal que traigo aquí”.
Declarada Monumento Histórico Nacional, la casa natal del escritor y político Leopoldo Lugones fue convertida en un museo donde se conservan algunas de sus pertenencias, ejemplares de sus obras y fotografías. Está compuesta de tres amplias habitaciones y un salón de ladrillos coloniales, y en el frente se destaca, a la izquierda de la puerta principal, una mayólica de homenaje realizada por Fernando Arranz en el año 1939.
En esa vivienda de la calle Cautivita de Villa de María de Río Seco, el poeta, cuentista, novelista y periodista, autor de “La guerra gaucha” y “Odas seculares”, pasó los primeros años de su vida luego de su nacimiento en 1874, y falleció en Buenos Aires a los 64 años (1938), tras posicionarse como uno de los escritores más reconocidos y referente del modernismo literario en el país.
¿Qué conexión ocupa la experiencia hogareña, el recuerdo de la infancia, el sabor y sonido de una tierra, la elección del sitio donde vivir, con la obra de las y los artistas?
En la misma provincia, en el Valle de Punilla, está la casa museo del escritor Manuel Mujica Láinez, una gran casona de estilo español donde vivió desde 1964 hasta su muerte en 1984 y sobre la que el autor escribió su libro “El Paraíso”, un “resumen de su vida” en relación a ese hogar por el que manifestó estar orgulloso de haber entregado como primer pago 600.000 pesos provenientes del premio literario Forti Glori.