A diez años de su muerte la obra de la escritora, guionista y cancionista persiste y se revitaliza a partir de charlas, podcast, obras teatrales y nuevas ediciones de sus textos.
Por los múltiples e innovadores pliegues de una obra que se reveló anticipatoria de un repertorio feminista, dejó una huella en el cancionero popular post-dictadura y apostó desde la literatura a infancias más lúdicas y reflexivas, a diez años de su muerte la figura de la escritora María Elena Walsh sigue enraizada en el imaginario colectivo y persistirá a lo largo de 2021 a través de charlas, podcats y nuevas ediciones de sus textos.
Fue poeta, folclorista, intelectual, feminista, cantante, narradora, guionista, dramaturga y también ideóloga de un universo infantil imaginativo y desbordante en el que camufló su ideario político y feminista, porque para María Elena Walsh todas las ramificaciones del arte operaron como territorio de operaciones para desplegar la tristeza y la impotencia que le causaban la desigualdad social y las disparidades de género.
La mujer que nació hace 90 años y murió hace una década, el 10 de enero de 2011, supo desde chica cómo descorrerse de los mandatos. Se autoproclamó feminista cuando la palabra incomodaba y circuló espacios donde se debatía la opresión a las mujeres, mientras sus artículos, canciones y poemas fueron el refugio de la rabia, pero también el espacio desobediente para cantarle a la libertad.
“Las feministas no tenemos odio, tenemos bronca. El odio es cosa de hombres. Estamos hartas de odio, aunque venga empaquetado en sublimaciones y piropos. No hemos declarado la guerra, sino que señalamos que existe y tiene los años de nuestra civilización. Nos defendimos como pudimos , a veces con malas artes, por lo tanto es mejor que ahora parezca una guerra abierta, limpia, esta que declaramos contra todas las formas de la arrogancia machista. La guerrilla de la artimaña, el repliegue y la comodidad no hace sino reproducir series de esposas ‘achanchadas’ y madres castradoras”, escribía allá por 1973.
Esos y otros textos afines ilustran el rol precursor desde el que la autora de “Manuelita” y “Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes lanzó proclamas y reivindicaciones que hoy forman parte de la agencia social y concluyen en iniciativas como la flamante ley de legalización del aborto. Walsh, creadora de memorables textos como “Sepa por qué usted es machista”, fue una de las tantas que abonó la escena para las conquistas del presente. Y lo hizo no solo desde su discurso sino desafiando también las expectativas de género de su época.
“Ella era feminista cuando no había casi feministas, era una feminista subterránea, a veces clandestina, pero escribía, y allí estaba su lucha. El poema que escribió sobre la muerte de Eva Perón no deja dudas sobre su feminismo. A ver quién puede escribir esto que escribió en el siglo pasado ella que era una antiperonista furibunda”, desafía la escritora Laura Ramos en diálogo con Télam.
Y cita: “Días de julio del 52 ¿Qué importa donde estaba yo? No descanses en paz, alza los brazos no para el día del renunciamiento sino para juntarte a las mujeres con tu bandera redentora lavada en pólvora, resucitando/No sé quién fuiste, pero te jugaste/Torciste el Riachuelo a Plaza de Mayo, metiste a las mujeres en la historia de prepo, arrebatando los micrófonos, repartiendo venganzas y limosnas/Bruta como un diamante en un chiquero ¿Quién va a tirarte la última piedra? Quizás un día nos juntemos para invocar tu insólito coraje”.