Gallardo puso un 11 alternativo pensando en la Libertadores y cumplió el objetivo en la Copa Diego Maradona: aprovechó otra vez la pelota detenida, le ganó a Central en Arroyito y aseguró su pase a la zona campeonato. Bologna, otra vez clave.
¿Qué tiene River en la cabeza? La Copa. La Libertadores. La Diego Maradona. Sencillo. Lo demostró, de hecho, vía aérea. Rojas, primero. Damián Martínez, en contra, vencido por la presión de Zuculini, después. Y entonces el mismo equipo de Gallardo que había comenzado el torneo local con cierto nivel de dudas, aun con un equipo alternativo logró clasificarse a la zona campeonato en el Gigante de Arroyito.
Muchas veces las matemáticas no alcanzan para neutralizar ataques: defender con cinco a tres delanteros no resulta efectivo si el retroceso no resulta prolijo. La última línea de Central se mostró demasiado lejos de la media y esto permitió que River aprovechara con facilidad las espaldas de Blanco -el lateral izquierdo más adelantado- o la zona vacía que quedaba detrás de Rinaudo, no siempre bien escoltado por Villagra y Ferreira.