El ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo reconoció que “la gente puede comprar cada vez menos” debido a la inflación.
El rubro alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 3% en septiembre (Crónica/ Fernando Pérez Re)El rubro alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 3% en septiembre (Crónica/ Fernando Pérez Re)
Días atrás el Indec publicó la inflación de septiembre: 2,8%. El número se mantiene constante desde el congelamiento de precios, aunque Daniel Arroyo (Desarrollo Social) reconoció que “los costos de los alimentos vienen subiendo” y que “la gente puede comprar cada vez menos con la tarjeta Alimentar”. Es por eso que el gobierno evalúa un posible aumento para los montos pertenecientes a este beneficio.
“La tarjeta Alimentar se puso en marcha y se completó su proceso antes de la pandemia. Hoy cubre a 1,5 millón de familias en todo el país”, aseguró el funcionario nacional en declaraciones a radio Rivadavia. “Hay un tema con los costos de alimentos que vienen subiendo y la gente puede comprar cada vez menos con la tarjeta Alimentar. Estamos siempre evaluando un aumento para la tarjeta alimentaria”, manifestó Arroyo.
También subrayó que hay “once millones de personas recibiendo ayuda para comer” y que existe “un problema con la calidad alimentaria” en los sectores más vulnerables de la población. Respecto de la situación económica, indicó que hay una “pequeña mejora en la economía informal, pero con mucho ida y vuelta por las aperturas y cierres por pandemia”.
En declaraciones a radio Mitre, el funcionario coincidió con “que la salida es por la articulación entre lo público y privado, motorizar la actividad económica para la inversión privada”. Detalló que esa idea ya fue puesta en marcha mediante el programa Potenciar Trabajo, en el que los beneficiarios cumplen una contraprestación en cinco áreas básicas: construcción, producción de alimentos, textil, reciclado y economía del cuidado.
“El plan social tiene que ser transitorio y vincular con el trabajo. O trabaja, o se capacita el oficio o termina la escuela secundaria”, argumentó y consideró como áreas sustanciales al “trabajo tecnológico”, por un lado, y al de “pico y pala”, que, dijo, forma parte de su área. En tanto, reiteró que el gobierno trabaja en urbanizar “400 barrios populares por año” y en la construcción de “800 jardines” de infantes, pensados como herramientas para achicar las formas de pobreza y que esas madres de niños “puedan trabajar y terminar sus estudios”.
Dijo que, en este marco también, su cartera sigue con atención el “índice barrial de precios”, que muestra la evolución del costo de los alimentos en negocios y almacenes de barrio. Consideró que las mayores dificultades son “el costo de los alimentos y el endeudamiento de las familias”, porque -graficó Arroyo- “el más pobre termina tomando crédito en la financiera al 200% de interés anual”.
Entonces enumeró “el conjunto de políticas para dar vuelta la situación” creadas por el gobierno. Entre ellas nombró el trabajo, mediante la creación de 300.000 puestos de trabajo y el plan Potenciar Trabajo. En segundo lugar habló de urbanizar “400 barrios por año, para mejorar condiciones de los argentinos que viven como en el siglo XIX, sin agua y sin servicios básicos”.
Y el tercer punto “son los chicos”, porque hay “56% de pobreza en los menores de 14 años”, señaló.