Una cuarta edición del desembolso no está descartada como posibilidad, pero el Gobierno admite que piensa en nuevos programas asociados al trabajo.
El Gobierno analiza si habrá un cuarto pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que en sus primeras tres ediciones se pagó cada dos meses.
El programa de asistencia que a través de un bono de $10.000 llegó a casi 8,9 millones de familias de trabajadores informales, monotributistas de las categorías más bajas y otros sectores golpeados por el parate económico que generó la pandemia de coronavirus Covid-19 todavía puede tener una edición más, pero está en discusión la creación de otros programas que lo reemplacen.
Los dos factores principales que están detrás de las discusiones en las que en estos días participa el Gabinete económico del Gobierno son los costos y la relajación de las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio.
Cada desembolso se decide por una sola vez y le cuesta al Gobierno cerca de $89.000 millones, tres meses de lo que gasta otro programa, el de Asistencia al Trabajo y la Producción.