Volvio Messi

Leo empezó su última temporada en el Barcelona con otra versión. Fue la referencia de ataque de Koeman y el Barsa no dependió exclusivamente de él. Igual no perdió la costumbre: hizo un gol, de penal.

Las ganas de irse se las tuvo que guardar. Tragó saliva y siguió. Sin callarse nada, Lionel Messi dejó en claro que está en guerra con el Barcelona de la cancha para afuera. Tras haberse quedado, adentro se comprometió a “dar el máximo”. Y la temporada oficial empezó con una goleada 4-0 al Villarreal en el estreno de Ronald Koeman.

Luis Suárez se fue al Atlético y empezó con todo. Después de dejarlo ir, el DT neerlandés eligió a su nueva referencia de ataque y fue Messi. Sí, Leo partió como el nueve del 4-2-3-1, el nuevo esquema. Si la idea era cortar la Messidependencia de los últimos años, por lo menos en el debut lo consiguió. Porque detrás del 10 lo rodeó con Griezmann a la derecha, Coutinho en el medio y Ansu Fati a la izquierda. El pibe de 17 años fue la gran figura.

Lionel Messi arcó el tercero de penal

Messi no participó en las jugadas de los dos primeros goles, el doblete de Fati. De hecho tampoco en el penal que le hicieron a la nueva promesa y que sí ejecutó el argentino. Un remate sin mucha fuerza y donde se tiró el arquero pero que entró igual. Un festejo para abrir la temporada, ya la N° 17 con la camiseta culé.

Casi todo el partido entre los centrales, por momentos también salió un poco atrás para jugar e intentar crear. Así tiró un centro desde la izquierda que Pau Torres convirtió en el 4-0 que cerró ese primer tiempo furioso. En el segundo tuvo tres chances, pero no se le dio. Primero un zurdazo que tapó el arquero al ángulo, después un cabezazo bien de nueve que se fue afuera y, por último, otra chance que Asenjo evitó. Hubiera sido un golazo después de pararla con el pecho, acomodarse e intentar pincharla por arriba.

Alguna vez fue Guardiola que lo puso de ‘falso nueve’ en un clásico que terminó 6-2 ante el Real Madrid. Y durante mucho tiempo lo cumplió convirtiéndose en un goleador de raza. Ahora, la impresión fue diferente porque la idea parece ser rodearlo mejor, sin que tener que alejarse tanto del área. Ansu Fati la rompió y Coutinho fue retrocedió a buscar la pelota para jugar.

Si bien Koeman no descartó a un nueve para reemplazar a Suárez con Lautaro y Depay todavía sonando, la realidad marca otra cosa. El nuevo Barsa la única cara distinta que tuvo fue la del regreso de Coutinho y el cambio fue el de Messi de centrodelantero. Mientras la bronca afuera con los dirigentes todavía le dure, Leo se irá acostumbrando a este equipo distinto.