Alex Freyre y José Di Bello habían sido rechazados dos veces en un registro civil porteño, por lo que la boda se preparó en el más absoluto secreto y se concretó el 28 de diciembre de 2009 en Tierra del Fuego.
Antes de convertirse en los primeros en casarse en América Latina, Alex Freyre y José Di Bello habían sido rechazados dos veces en un registro civil porteño -la última incluso con un fallo judicial a su favor-, por lo que la boda se preparó en el más absoluto secreto y se concretó un mes después en Tierra del Fuego, a más de 3000 kilómetros de Buenos Aires.
Hoy, a 10 años de la sanción de la ley que permitió el casamiento civil entre personas del mismo sexo, más de 20.244 parejas se casaron por matrimonio igualitario según la Federación Argentina LGBT+ (Falgbt), que reconstruyó esta cifra a partir de los datos oficiales de algunas provincias y de los relevamientos de organizaciones en otras jurisdicciones.
“Con José nos tocó ponerle cara a algo que hicimos entre todos y todas”, recordó hoy Freyre, ya en pareja con otra persona y totalmente abocado a la “militancia cañamera” desde su grow shop.
“Fuimos los principitos que conquistaron la opinión pública porque la sociedad estaba lista, pero hacía falta que alguien encarnara ese derecho y nosotros caímos justo porque éramos dos gays jóvenes de clase media, con hermanos y sobrinas”, dijo.
El Congreso no votó por el derecho al matrimonio igualitario, votó que se pudieran casar todos y todas en cualquier lugar”
ALEX FREYRE
En diálogo telefónico con Télam, aseguró que en lo personal “fue una experiencia muy marcadora” porque “muy pocas de las conquistas del kirchnerismo tienen un rostro específico” y eso fue “grandioso pero con un costo alto, porque no nos lo perdonaron tan fácil”.
“Alguien tenía que encarar primero y fue muy difícil porque la Iglesia decía que somos pecado, las leyes decían que éramos un delito y la homosexualidad seguía siendo patologizada” aún cuando la OMS había dejado de considerarla una enfermedad 20 años antes, compartió.
Integrante por ese entonces de la Falgbt y con todo el apoyo de esta organización, Alex Freyre y su pareja desde hacía 15 años, presentaron un amparo para casarse en marzo de 2009 como lo hicieron entonces decenas de parejas cuando había mucha incertidumbre sobre la suerte que correrían los proyectos que se discutían en el Congreso.
“Cuando se creó la Federación en 2005 y organizamos un plan de acción para conseguir el matrimonio igualitario, algunos se presentaron en los registros civiles y a todas les daban respuestas negativas”, contó.
Freyre y Di Bello, como otras parejas, judicializaron ese rechazo, con el patrocinio de la Falgbt.
Freyre y Di Bello, como otras parejas, judicializaron el rechazo del registro civil porteño, con el patrocinio de la Falgbt.
Freyre y Di Bello, como otras parejas, judicializaron el rechazo del registro civil porteño, con el patrocinio de la Falgbt.
“Por entonces pensábamos que se iba a producir una lluvia de amparos y la Corte algún día, por acumulación de reclamos, lo iba a tener que resolver; pero no fue así porque implicaba que las personas se atrevan a visibilizarse, que tuvieran un abogado y encontraran un juez o jueza que se ajuste a derecho”, reflexionó.
La jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario (CAyT) de la Ciudad de Buenos Aires Gabriela Seijas, “soprendentemente” falló a favor de la pareja, que obtuvo el turno para casarse el 1 de diciembre de 2009, Día Mundial de Lucha contra el Sida dado que Freyre presidía por entonces la fundación Buenos Aires Sida.
Pero horas antes del horario pactado para el matrimonio, la jueza nacional en lo civil, Martha Gómez Alsina hizo lugar a una medida cautelar de la Corporación de Abogados Católicos y ordenó suspender el matrimonio en contradicción con lo que ordenaba la justicia porteña
“Estábamos determinados a casarnos”, resaltó Freyre, y la sentencia “decía que no podíamos casarnos ese día, a esa hora y en ese registro civil”, entonces con la abogada Carolina Von Opiela empezaron a explorar la posibilidad de hacer cumplir el fallo de Seijas en un distrito más amigable y la única que dijo que sí fue quien era gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos.
Para evitar cualquier medida judicial que obstaculizara el matrimonio, la pareja viajó sola una madrugada a Ushuaia, “medio disfrazados” para no ser reconocidos y mintiendo a sus padres; y en esa “clandestinidad” también permanecieron la semana previa, en que sólo salían para hacer trámites y mantenían conversaciones telefónicas “en clave”
“Estábamos determinados a darle a nuestra lucha y deseo de casarnos un final feliz, y hasta último momento no sabíamos qué iba a pasar” aquel 28 de diciembre de 2009 en que finalmente se casaron.
Los nenes y las nenas de hoy tienen un país mucho mejor que el que encontramos nosotros”
ALEX FREYRE
Freyre rememoró que tras su matrimonio “se casaron siete parejas más” por la vía judicial porque “había un antecedente”.
“El Congreso, en realidad, no votó por el derecho al matrimonio igualitario, votó la igualdad porque ya se había conquistado el derecho en cuatro distritos: lo que votó fue que se pudieran casar todos y todas en cualquier lugar”, analizó.
Freyre aseveró que “no importa quiénes fueron los primeros” sino que “los nenes y las nenas de hoy tienen un país mucho mejor que el que encontramos nosotros” y que “Argentina exporta derechos gracias a estas leyes”.
“Algunas personas dicen que nos casamos sólo por militancia y por supuesto que éramos militantes y no lo hubiésemos podido hacer si no lo fuéramos, pero eso no niega el afecto entre nosotros y, por alguna razón, hubo otras parejas que no pudieron o no quisieron hacerlo antes”, resaltó.