Almirante Brown: la Inspiradora historia de Camila Calizaya

Por Agustín Ochoa Ortega

Almirante Brown, un distrito reconocido por su rica historia y su vibrante comunidad, se distingue también como un auténtico semillero de talento deportivo. A lo largo de los años, ha visto nacer y crecer a numerosos atletas que, a base de esfuerzo, dedicación y una inquebrantable pasión, han logrado convertirse en figuras destacadas a nivel nacional e internacional. 

Un claro ejemplo de este espíritu deportivo es la joven y talentosa Camila Calizaya, una de las patinadoras más prometedoras del país, cuya trayectoria ascendente la ha consolidado como una de las grandes campeonas de su disciplina.

La historia de Camila es un relato inspirador de perseverancia y amor por el patinaje artístico. Sus primeros pasos en el mundo del deporte los dio en el emblemático Club Villa Calzada, un espacio que le brindó las bases y el impulso inicial para su carrera. Sin embargo, su verdadero despegue se produjo al ingresar al Club Independiente de Burzaco, una institución que se convertiría en su hogar deportivo y donde cosecharía la mayoría de sus triunfos.

Pero antes de consagrarse como patinadora, Camila exploró otras disciplinas, demostrando una versatilidad y una inquietud que la llevaron a descubrir su verdadera vocación. "Empecé jugando otros deportes y me terminé quedando con patín," recordó Camila con una sonrisa. "Miraba muchos videos de chicas patinando, entre ellas la campeona del mundo. Empecé en un club chiquito y ahí me fui formando, mirando, avanzando en las competencias." Estas palabras revelan la pasión y la admiración que sentía por el patinaje, una disciplina que la cautivó desde el primer momento y la impulsó a perseguir sus sueños con determinación.

En una reciente conversación con el GRUPO MEDIATRES, Camila Calizaya destacó la importancia crucial de su participación en los torneos de liga durante sus inicios. Estas competiciones representan una invaluable oportunidad para adquirir experiencia, aprender de sus errores y pulir sus habilidades. "Si hablamos de los torneos de liga, la verdad que me fue bastante bien", comentó Camila. "Fue una experiencia que te ayuda a avanzar a los torneos importantes, como los nacionales, metropolitanos, bonaerenses y demás."

Una carrera de éxitos 

El primer torneo nacional de Camila es un recuerdo imborrable en su memoria. "En mi primer nacional, recuerdo que habíamos trabajado muchísimo con mi técnico", relató con emoción. "Él literalmente me ayudó, es la primera vez que confía mucho en mí. Bueno, en mi primer torneo nacional había salido quinta, pero fue mi primer nacional." Este logro, aunque no fue el podio, marcó un punto de inflexión en su carrera, demostrando su potencial y reafirmando su compromiso con el patinaje.

“(...)Los recuerdos son hermosos, la verdad, obviamente estoy orgullosa por el tema de que no me arrepiento de haber dejado muchas cosas de lado, haber sacrificado muchas cosas, es muy común hacer esas cosas”, profundizó la exitosa patinadora oriunda del Barrio Don Orione. El sacrificio y la dedicación han sido constantes en la carrera de Camila, demostrando su compromiso inquebrantable con el patinaje artístico.

Esta inmensa patinadora logró en Mercedes en la Provincia de San Luis el 1er Premio Nacional de Patín Artístico y medalla de oro ante 49 competidoras. Además, se coronó campeona nacional durante una competición llevada a cabo en San Juan, luego de que el jurado la elogiara por su excelente performance. A pesar de coronarse varias veces campeona, Camila no se duerme en los laureles y mantiene su alma competitiva en seguir consiguiendo resultados deportivos hasta llegar a cumplir su sueño: patinar en una pista de un campeonato mundial. La búsqueda constante de la perfección y la ambición de alcanzar nuevas metas son características que definen el espíritu competitivo de Camila.

“A mí me dan el resultado a veces y por ahí la coreo no me satisface para nada porque yo digo bueno, gané pero esto no me gustó o he hecho esto, pero justo en ese momento que fallé no me voy a poner contenta para nada porque yo sé que lo pude haber hecho mejor. Me genera mucha mucha felicidad, sobre todo cuando estas arriba del podio obteniendo la medalla, pero sinceramente, no dejo de decirme que lo pude haber hecho mucho mejor, podría haber tenido un resultado mucho más alto". Esta mentalidad de mejora continua, incluso después de alcanzar el éxito, es lo que impulsa a Camila a seguir superándose y a perseguir sus sueños con pasión y determinación.

“A mí no me interesa salir primera, a mí me interesa hacer un programa bastante completo, sin caídas y bueno, la mejor performance que pueda presentar y que yo sé que puedo dar. Pero eso es algo que pienso, felicidad finalmente, pero no dejo de juzgarme hasta el último momento”, continuó reflexionando Calizaya. 

Su historia es un testimonio del talento que florece en Almirante Brown y un ejemplo inspirador para todos aquellos que persiguen sus sueños con dedicación y esfuerzo. Almirante Brown celebra a Camila Calizaya, una campeona que representa el espíritu deportivo y la pasión por el patinaje artístico que reside en el corazón de su comunidad.